jueves, 11 de septiembre de 2014

MÁS ALLÁ DE LOS SELLOS DE CALIDAD

“El éxito llega para todos aquellos que están ocupados buscándolo.”

Henry Thoreau

La existencia y difusión de los “estándares” o normas de calidad ha prendido el motor en un nivel de esfuerzo adicional en las organizaciones, ya que además del deber de cumplimiento de sus propios modelos de trabajo, se ha sumado el “estándar” que desde dos perspectivas puede ser visto como: otro modelo para asegurar la calidad o como un sistema de gestión que sirve para implementar, controlar y mejorar los logros una vez obtenido el sello de certificación.

Algunas críticas hacia los estándares de calidad y del modelo que conllevan, se refieren muchas veces al exceso de burocracia y la posibilidad de un cumplimiento que no va más allá de lo formal; lo que da pie a pensar, que no hay una comprensión de los principios de la calidad, evidenciado en una falta de cultura frente a esta y de la proliferación de una visión cortoplacista.

Los estándares de calidad pueden ser usados para que las organizaciones sean más productivas, cumplan con las expectativas de sus clientes, sean amigables con el ambiente y garanticen la sostenibilidad. Sin embargo, el sólo estándar no es suficiente para alcanzar lo anteriormente mencionado; también es necesario desarrollar paralelamente un sistema de gestión que integre compromiso, desde la alta dirección hacia todos niveles de la organización, que pueda presentar resultados traducidos en utilidades y como consecuencia, un ambiente de trabajo agradable para todos sus miembros. Todas las personas deseamos un ambiente laboral adecuado, mejores prácticas, un desarrollo sostenible; deberíamos entonces, dejar de lado el pensamiento de que la certificación es un sello más por el que se paga o por el que se cobra, que se luce en los portafolios, páginas web, entre otros medios, y comenzar a vivir plenamente su funcionalidad.

Por lo anterior, sólo si somos conscientes de que “hay beneficios más allá de los sellos de calidad” podemos dejar de lado justificaciones equivocadas y que conducen finalmente al fracaso. Tengamos en cuenta que:



  • Los procesos de calidad pueden parecer largos en su implementación pero no significa que no puedan evidenciarse mejoras mientras esto pase.
  • Los procesos de calidad deben ser implementados a conciencia y no dejar pasar ningún ámbito que corresponda a la gestión empresarial, marcando un compromiso de todos y para todos los miembros de la organización, para buscar la mejor manera de llevar a cabo el desempeño de las actividades diarias.
  • La certificación más que un sello, corresponde a la “confianza” generando tranquilidad hacia todas las partes interesadas. 

El reto de las organizaciones está en convertir entonces sus Sistemas de Gestión ( 9000, 14000, 18000, 27000) y los ciclo de mejora continua planteados por la ISO en modelos organizacionales hacia la excelencia operativa, que realmente logren el objetivo de reducir costos y generar mayores ingresos y rentabilidad para cada tipo de Negocio.



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